Hace dos años (un 20 de marzo de 2011) escribí ésto. Lamento recordarlo hoy, 3, que se murió un pibe de 31 años en la puerta de zoológico, en el corazón del Bosque. Un hincha de Gimnasia esta vez. Y una bala perdida fue a parar en un pibe de 11, que, porque Dios es grande, está en el Hospital de niños y parece que no fue grave, qué ridículo ésto último no? Pido disculpas, sobretodo a la familia, "parece que no fue grave" escribí refiriéndome a la herida... En todo contexto no es grave, es GRAVÍSIMO lo que pasó. El partido se jugó, íbamos ganando 4-0 a un Torito que intenta, a como puede, seguir peleando y de repente, los que no aguantaron estoicos como los jugadores fueron los hinchas, y otra vez el rock and roll de los intolerantes, las bombas de humo, los bomberos, las balas de goma, nenes llorando, madres asustadas, pendejas corriendo, no da chicos, basta. Paren. Miren para atrás y dénse cuenta de que es un juego. Y déjenme disfrutar de lo lindo del fútbol, que es que tu equipo gane y a tu eterno rival lo empaten en el último minuto en un partido ganado a los 14 del primer tiempo...
Sigo pensando exactamente igual que cuando escribí ésto, pueden cambiar los nombres y los dichos, pero hubiese escrito cada una de estas palabras otra vez. BASTA!
Líricamente rústicos. Luto a la tranquilidad y al fútbol en familia
Todo comenzó allá por el
39 en un Boca-Lanús, en donde murieron Luis López, de 41 y Oscarcito
Munitoli, de 9 después de que habiéndose originado una pelea, los
hinchas de Boca quisieron romper el alambrado y entrar al campo, la
policía disparó para dispersarlos y un tal Luis Estrella tiró a la
tribuna y "dispersó" la vida de ambos...
Los 90 aceleraron las cosas, el fútbol se puso, como dirían Los Violadores: Ultraviolento.
Pero ¿de quién es la culpa? Del chancho, del que le da de comer?, del
que alimenta al que le da de comer al que da de comer al chancho o de la
propia porquería de la que se alimenta el cerdo? Nunca se sabe, es como
entrar en la discusión de qué fue primero, el huevo o la gallina...
Miles
de opiniones, miles de proyectos, miles de programas, miles de
especulaciones, miles de partidos, miles de quilombos, miles de policías
para seguridad, miles de palabras y casi cero hechos...
La
respuesta a todo es "se juega sin público visitante"? No señores,
asumanló. El fútbol es de la gente. Si no va a terminar todo como en el
cuento de Fontanarrosa: ni el árbitro va a estar presente... Es tan
lindo ver a un nene en la cancha, le mete tanto entusiasmo, se pone la
camiseta, va de la mano feliz, hasta hay algunos que ni garrapiñadas
piden!, todo por acompañar al viejo y al equipo de sus amores. Ahora la
madre que lo deja, se queda intranquila. ¿Es necesario? Si el fútbol es
pueblo, entonces es familia!
Dirigentes, CoProSeDe, AFA,
Estado, Policía se pasan la pelota. Que te corresponde a vos, a mi... yo
no tengo nada que ver, yo eso no lo avalo... y después salen EX
(haciendo la gran Poncio Pilatos) diciendo, con respecto a los barras:
"El
dirigente que dice que no regala entradas miente" - Raúl Gamez (ex Pte
de Velez Sarfield) - o como también se escuchó hoy: "A mi no me
corresponde la seguridad, sino al Estado" (Carlos Abdo actual Pte de San
Lorenzo de Almagro) lo cual en parte es cierto, la Policía y el
CoProSeDe son los que definen cuánto personal va a "asegurar" la
tranquilidad en los estadios.
En el clásico platense, sin público
visitante -aclaro-, la provincia se iba a hacer cargo del gasto, pero
Gimnasia, haciendo uso de un estadio que no le pertenece, teniendo el
suyo, y Estudiantes (sin concurrir), debieron desembolsar 50.600 pesos,
para pagar el sueldo de 710 efectivos (efectivos?) policiales.
No
voy a olvidarme más el día en que Estudiantes usó por última vez su
cancha, tenían tantas ganas de pisar la tierra de campeones que
rompieron un tablón y se tiraron todos para tocarla... Una mujer fue
directo al hospital. Pero esa no fue la idea del por qué nunca lo voy a
olvidar. En la 4ta fecha del apertura del 2005, Gimnasia perdió 1 a 0
con gol de Caldera. El Diario El Día al día siguiente decía: "Lejos de
la armonía que se vivió hasta que concluyó el clásico, los quince
minutos que siguieron al pitazo final hablaron de furia e intolerancia.
Es que un grupo de hinchas de Gimnasia no soportó perder y canalizó su
ira derrumbando varias de las cercas que dividían en parcelas la
popular, prendieron fuego los papeles que estaban tirados en el piso,
encendieron una bengala (que se supone no debería haber ingresado al
estadio) y en lugar de dejar el lugar, se quedaron produciendo
destrozos.
Entonces apareció en escena el cuerpo de bomberos, que
intentó desconcentrar a ese grupo con agua, y luego se sumó la policía,
que disparó en varias oportunidades con balas de goma..."
Los hinchas se enfrentaron, a la salida, con piedras a la policía, que detuvo a 15 personas.
"Un
triste final, que manchó el buen comportamiento de la gran mayoría de
los hinchas de Gimnasia, que pretendían vivir la mayor fiesta del
deporte platense, y terminaron compartiendo la tribuna con un grupo de
intolerantes, que nunca debieron estar ahí."
Yo estaba, yo me
rompí la cabeza con un paraavalanchas tratando de esquivar las balas. Y
así como yo, nenes, señoras, viejitos...
¿Es justo? ¿De quién fue la culpa ahí? y Ahora?... Ahora de quién es la culpa?
Creo
ya una utopía el pensar en que el fútbol va a ser el que era antes. El
que llenaba tribunas con hombres vestidos de traje, "señores" y
"señoras", familias completas. Lo cierto es que ya el próximo domingo el
fútbol argentino no va a contar con la presencia de Ramón, porque a
Ramón lo mataron.
Ya considero que la respuesta está en
nosotros, en no "engordar" los bolsillos de nadie, en no permitir el
"negocio" que hacen con algo tan sagrado para el hincha como es el
fútbol. Si nos comemos al chancho no habrá necesidad de darle de
comer...
No a la violencia, sí al fútbol en familia. No al negocio, sí a la SEGURIDAD.
Hoy el CASLA tiene un hincha más alentando desde arriba.
Jim (con los botines de punta...)